La fibra alimentaria es la parte de los alimentos de origen vegetal que no se digiere en el estómago, ni se absorbe en el intestino. Históricamente la fibra ha sido tomada en cuenta como un componente necesario para la vida. En 1972, varios científicos crearon la hipótesis de la fibra dietética, la cual sugería que muchas de las enfermedades gastrointestinales comunes como la apendicitis, la gastritis, el cáncer de colon y la diverticulosis se debían, en gran parte, a la falta de fibra dietética.3
Durante esa época, el consumo de fibra era ignorado por muchas personas, pero gracias al esfuerzo de muchos centros médicos y estudios, se logró introducir en la sociedad la actitud positiva hacia el consumo constante de fibra.3
A pesar de no digerirse la fibra desempeña funciones importantes en el organismo, previene enfermedades y regulariza el funcionamiento del cuerpo.
Las principales funciones de la fibra alimentaria son: normalizar el tránsito intestinal y aliviar la constipación. También proporciona sensación de saciedad y tiene la capacidad de interferir en la absorción de azúcares y grasas. Por eso, la fibra es una herramienta importante para el control del peso, del colesterol y, además, de los triglicéridos. Aunque varios estudios sugieren que la fibra soluble es la más efectiva para reducir el colesterol, ambos tipos de fibra son importantes para tu salud. Una de las formas en que la fibra soluble puede reducir el colesterol en la sangre es a través de su capacidad para reducir la cantidad de bilis reabsorbida en los intestinos.3
Funciona así: cuando la fibra interfiere con la absorción de bilis en los intestinos, la bilis se excreta en las heces. Para compensar esta pérdida de bilis, el hígado necesita producir más sales biliares, entonces, para obtener el colesterol necesario para producirla, el hígado aumenta su producción de receptores.3,4
¿Cuál es la relación entre la fibra y el colesterol?
Investigaciones en medicina preventiva han demostrado que hay una relación entre el aumento de las enfermedades cardíacas y las dietas bajas en fibra. Uno de los principales factores de riesgo para esas enfermedades es el aumento del colesterol en la sangre.
Aquí tenemos un beneficio más de la fibra: ayuda a controlar el colesterol porque llevan las pequeñas moléculas de grasas al bolo fecal, y así, son eliminadas naturalmente por el cuerpo. Pero no cualquier tipo de fibra hace ese trabajo, solo la fibra soluble, como la cáscara del Psyllium, produce efectos físicos en el intestino delgado, modificando la absorción del colesterol en el organismo.
¿Cómo actúa la fibra soluble?
La fibra soluble (también encontrada en frutas, legumbres y verduras) se disuelve en agua y forma un gel voluminoso en el intestino que facilita el tránsito intestinal. Permanece más tiempo en el estómago y así, brinda mayor sensación de saciedad. Esta fibra también se une a las grasas y a los azúcares y, después, se elimina con las heces. Otra fuente de fibra se encuentra en alimentos provenientes del mar, los cuales poseen un componente llamado quitina que se aloja en las conchas de los crustáceos como el cangrejo, la langosta y los camarones. El tipo de fibra llamado dietético se refiere a las partes comestibles de plantas o carbohidratos que no pueden ser digeridos.3
De este modo, la fibra ayuda a controlar el nivel sérico de colesterol y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. No solo eso, la fermentación de la fibra soluble en el intestino grueso genera componentes que pueden disminuir la síntesis de colesterol en el hígado. Para que todo el proceso ocurra sin problemas, es preciso beber mucha agua durante todo el día.
Una buena forma de consumir la cantidad correcta de fibra alimentaria que ayude a controlar el colesterol es incorporar suplementos de fibra soluble, como el Psyllium. El consumo de Metamucil, fuente de fibra que tiene el Psyllium como principio activo fundamental, combinado con una dieta baja en colesterol y en grasas saturadas, ayuda a reducir el colesterol y el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Además, para muchas personas podría resultar contraproducente consumir algunos alimentos que, aunque sean ricos en fibra, podrían alterar otros niveles de su organismo, como por el ejemplo el efecto que tienen los azúcares de ciertas frutas en las personas diabéticas. Por esa razón, muchos pacientes que, además necesitar fibra en su cuerpo para mejorar su salud, tienen que cuidarse de otros alimentos, y simplemente optan por utilizar las bondades del Metamucil, para así obtener este elemento esencial, sin correr el riesgo de afectar su salud.
