El estreñimiento o constipación intestinal es una de los inconvenientes más comunes del adulto mayor, y alcanza al 26% de los adultos mayores de sexo masculino y al 34% del sexo femenino1. Innumerables factores pueden provocar constipación, como los psicológicos, el uso de medicamentos, el sedentarismo, la mala alimentación e incluso tumores y otras enfermedades.
En la mayoría de los casos, cuando no se asocia a alguna enfermedad, el estreñimiento en el adulto mayor se relaciona o intensifica con los malos hábitos alimentares, masticación inadecuada, disminución del gusto y del olfato, dificultad visual, horario de las comidas, reducción de la actividad física, pérdida de la fuerza de presión abdominal, debilidad de la musculatura de la pared intestinal y disminución del reflejo de defecación.
¿Qué es el estreñimiento u obstipación intestinal?
La constipación no se relaciona solamente con la cantidad de días durante los cuales el intestino no funciona. También se refiere a la disminución del número de evacuaciones considerado usual en los últimos seis meses, la dificultad para evacuar con normalidad y el esfuerzo necesario para la evacuación. Normalmente, los principales síntomas de la constipación intestinal son: menos de tres evacuaciones por semana, heces endurecidas y dificultad para evacuar.
Como la constipación intestinal es más bien un síntoma que una enfermedad, se debe intentar corregir las causas del estreñimiento. Normalmente, un cambio en el estilo de vida, con más actividad física, caminatas al aire libre, mayor ingesta de líquidos y alimentación adecuada resuelven el problema.
La dieta para los adultos mayores debe ser balanceada, a fin de propiciar un estado nutricional ideal, lo cual proporciona la vitalidad necesaria para eliminar el sedentarismo, además de prevenir o ayudar a tratar disfunciones orgánicas y problemas intestinales. Por eso, deben ingerirse todos los nutrientes y la alimentación debe ser la adecuada, tanto en términos de cantidad como de calidad de los alimentos, principalmente los ricos en fibra.
La importancia de la fibra para tratar la constipación
La alimentación tiene un papel fundamental en la función intestinal, especialmente en los adultos mayores. Por eso, es importante adecuar la alimentación e introducir una cantidad suficiente de fibra alimentaria. Algunos estudios comprueban que la ingesta de fibra disminuye la constipación y otros desórdenes gastrointestinales, incluso enfermedades diverticulares y el cáncer colorrectal. La fibra aumenta el volumen fecal, lo cual disminuye el tiempo de tránsito intestinal2 y ablanda las heces, de esta manera se facilita su eliminación.
Para una nutrición completa y rica en fibra es necesario comer una gran variedad de alimentos, a fin de obtener energía, proteínas, vitaminas, minerales y fibra necesarias para tener una buena salud. Paralelamente, se debe disminuir el consumo de alimentos refinados, como azúcares, dulces, tortas, arroz blanco, pastas, pan blanco y harina de trigo refinada, pues son bajos en nutrientes y fibra.
Según estudios financiados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)3, la ingesta diaria ideal de fibra para un adulto es de 25 a 30 gramos, y debe alcanzarse, preferentemente, por medio del consumo de cereales integrales, frutas, verduras y legumbres. También es importante aumentar la ingesta de líquidos hasta llegar, por lo menos, a 2 litros diarios con jugos naturales, agua de coco, tés o agua; en caso contrario, el consumo de fibra reseca las heces y puede dificultar aún más el trabajo de los intestinos.
Sin embargo, el consumo de la cantidad de fibra necesaria para el buen funcionamiento del organismo, y principalmente del intestino, puede no ser tan fácil, especialmente en el adulto mayor, que tiende a tener un apetito reducido. Como referencia, una manzana de 100 g posee un promedio de 2,4 g de fibra, y un plátano de 120 g posee aproximadamente 3 g.
Metamucil: fuente de fibra de origen 100% natural
Una de las formas de tratamiento del estreñimiento es mediante el consumo de medicamentos a base de fibra alimentaria de origen natural, como Metamucil, cuyo primordial principio activo es la superfibra de la cáscara de Psyllium. Al Psyllium se lo llama superfibra porque 100 gramos de él aportan 80 gramos de fibra soluble.
Metamucil es una fuente de fibra soluble e insoluble de origen natural que proporciona diversos beneficios al organismo. Se trata de una fuente de fibra que aumenta el volumen de las heces y estimula el movimiento intestinal. Luego de ser digerida por el estómago, sigue al intestino, donde el volumen de esta fibra esponjosa aumenta mucho, formando una masa gelatinosa que limpia las paredes intestinales, transporta las toxinas y residuos, y los elimina en las heces.
Por eso, Metamucil tiene un efecto laxante, sin presentar los efectos colaterales de otros laxantes, como el dolor y la diarrea, facilita la verdadera limpieza del intestino y ayuda al tratamiento del estreñimiento.