El estreñimiento se produce más comúnmente cuando los desechos o las heces se mueven con demasiada lentitud a través del tracto digestivo o no pueden eliminarse del recto eficazmente, lo que hace que se sequen y se endurezcan, teniendo muchas causas posibles para que esto suceda.1,2
La defecación desordenada (disquecia) aparece cuando los intestinos no generan la fuerza suficiente para propulsar las heces a través del recto y/o existe dificultad para relajar las fibras musculares alrededor del recto y del esfínter anal durante la defecación.3
Las personas con defecación desordenada sienten necesidad de evacuar, pero no pueden hacerlo e incluso puede resultarles difícil la evacuación de la materia fecal blanda. Las personas con síndrome de intestino irritable pueden tener defecación desordenada asociada al padecimiento, heces sueltas o estreñimiento.3
Si el síndrome del intestino irritable suele ir acompañado de estreñimiento, se denomina síndrome del intestino irritable con predominio del estreñimiento.3
Las personas que utilizan con frecuencia laxantes y/o enemas suelen perder la capacidad de evacuar sin estas ayudas, produciendo un círculo vicioso, en el cual el estreñimiento lleva al uso de más laxantes y, por lo tanto, se produce más estreñimiento.3
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer estreñimiento crónico, se incluyen:1,2
Ser un adulto mayor
Ser mujer
Embarazo
Estar deshidratado
Tener una alimentación baja en fibras
Hacer poca o ninguna actividad física
Tomar ciertos medicamentos, entre ellos, sedantes, analgésicos, algunos antidepresivos o medicamentos para bajar la presión arterial
Tener una enfermedad mental, como depresión o un trastorno de la alimentación
Con la edad, el recto aumenta de tamaño y, por tanto, aumenta también la capacidad de almacenamiento de las heces; las personas mayores suelen necesitar un mayor volumen de materia fecal en el recto para sentir la urgencia de defecar. El aumento del volumen rectal también favorece la retención de heces duras.3
Además de los factores antes mencionados, las probabilidades de padecer estreñimiento aumentan si se tienen enfermedades como:
Afecciones que afectan las hormonas en el cuerpo
Las hormonas ayudan a equilibrar los líquidos en el cuerpo. Entre las enfermedades que afectan el equilibrio hormonal y pueden generar estreñimiento, podemos encontrar:1,2
Diabetes
Glándula paratiroide hiperactiva (hiperparatiroidismo)
Embarazo
Baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo)
Padecimientos como:
Enfermedad Celiaca
Lesiones del cerebro o la médula espinal
Inflamación vinculada a la enfermedad diverticular o a la proctitis
Trastornos que afectan el cerebro y la columna vertebral, como la enfermedad de Parkinson
Síndrome del intestino irritable con predomino del estreñimiento (SII)
Obstrucciones en el colon o el recto
Las obstrucciones en el colon o el recto pueden retardar o detener el movimiento de las heces. Las causas incluyen:
Pequeños desgarros en la piel alrededor del ano (fisura anal)
Obstrucción en los intestinos (obstrucción intestinal)
Cáncer de colon
Estrechamiento del colon (constricción intestinal)
Otro cáncer abdominal que hace presión sobre el colon
Cáncer del recto
Protuberancia en el recto a través de la pared posterior de la vagina (rectocele)
Dificultad con los músculos relacionados con la eliminación
Los problemas con los músculos pélvicos relacionados con la defecación pueden causar estreñimiento crónico. Entre estos problemas, se pueden incluir:
Incapacidad para relajar los músculos pélvicos para permitir la defecación (anismo)
Descoordinación de los músculos pélvicos para contraerse y relajarse correctamente (disinergia)
Músculos pélvicos debilitados