El estreñimiento o constipación se caracteriza por las deposiciones poco frecuentes o la dificultad para evacuar.1
El estreñimiento suele describirse como una frecuencia de deposiciones inferior a tres veces por semana.1
Aunque el estreñimiento ocasional es muy común, algunas personas experimentan estreñimiento crónico, que se manifiesta durante varias semanas o más y puede interferir en su capacidad de realizar sus tareas diarias. El estreñimiento crónico también puede provocar que las personas hagan demasiada fuerza para defecar.
¿Cómo prevenir y aliviar la constipación?
Prevención
Los siguientes consejos pueden ayudarte a evitar la constipación crónica:1
Incorpora abundantes cantidades de alimentos ricos en fibra en tu dieta, incluidos frijoles, vegetales, frutas, cereales integrales y salvado
Consume menos alimentos con bajo contenido de fibra, como los alimentos procesados, productos lácteos y carne
Bebe mucho líquido
Mantente lo más activo posible y procura hacer ejercicio periódicamente
Procura controlar el estrés
Cuando sientas el impulso de defecar, no lo pases por alto
Procura establecer horarios regulares para evacuar el intestino, especialmente después de una comida
Asegúrate de que los niños que empiezan a comer alimentos sólidos consuman suficiente cantidad de fibra
Alivio
El tratamiento normalmente comienza con cambios en la dieta y el estilo de vida que tienen por objetivo agilizar el tránsito de las heces por los intestinos. Si esos cambios no son eficaces, el médico puede recomendarte medicamentos o cirugía.2
Cambios en la alimentación y la forma de vida
El médico puede recomendarte los siguientes cambios para aliviar el estreñimiento:2
Aumenta el consumo de fibra. Agregar fibra a tu alimentación aumenta el peso de las heces y acelera el paso por los intestinos. Comienza de a poco a consumir más frutas y vegetales frescos todos los días. Elige panes y cereales integrales.
Realiza ejercicios la mayoría de los días de la semana. La actividad física aumenta la actividad muscular de los intestinos. Trata de hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si aún no realizas ejercicio, consulta con tu médico para saber si estás lo suficientemente sano como para iniciar un programa de ejercicios.
No ignores la necesidad de evacuar los intestinos. Tómate tu tiempo en el baño para permitirte el tiempo suficiente a fin de evacuar los intestinos sin distracciones ni apuros.
El médico puede recomendarte una cantidad específica de gramos de fibra para consumir todos los días. En general, intenta consumir 14 gramos de fibra por cada 1,000 calorías en tu dieta habitual.
Aumentar repentinamente la cantidad de fibra que consumes puede provocar hinchazón y gases; por eso, comienza de a poco e incrementa la cantidad hasta llegar al objetivo en el transcurso de algunas semanas.
Laxantes
Existen distintos tipos de laxantes. Cada uno funciona de manera distinta para facilitar la defecación. Los siguientes son de venta libre:2
Suplementos de fibra. Los suplementos de fibra agregan volumen a las heces. Las heces voluminosas son más blandas y fáciles de evacuar. Los suplementos de fibra incluyen Psyllium (Metamucil®) y metilcelulosa.
Estimulantes. Los estimulantes del movimiento intestinal como los senósidos hacen que los intestinos se contraigan aumentando su actividad.
Osmóticos. Los laxantes osmóticos ayudan a que las heces se muevan por el colon porque aumentan la secreción de líquido de los intestinos y ayudan a estimular la defecación. Algunos ejemplos son hidróxido de magnesio oral (leche de magnesia).
Lubricantes. Los lubricantes, como el aceite mineral, permiten que las heces se muevan por el colon con mayor facilidad.
Enemas y supositorios. Los enemas con agua del grifo, con o sin espuma, pueden ser útiles para ablandar las heces y estimular la defecación. Los supositorios de glicerina o de bisacodilo también ayudan a eliminar las heces del cuerpo mediante lubricación y estimulación.