Causas del estreñimiento en el adulto mayor
El estreñimiento o constipación es un problema muy frecuente en las personas mayores; suele ser de causa multifactorial y puede causar complicaciones médicas graves.1
El estreñimiento del paciente anciano, entre las causas más frecuentes, destaca de forma muy importante la inmovilidad.1
Otras causas son:
- Dieta con poca fibra
- Baja ingesta de líquidos
- Alteraciones en cómo funciona el colon (colon irritable)
Anomalías estructurales
- Enfermedades anorrectales: hemorroides, fisura anal, prolapso rectal
- Tumores de colon y recto
Alteraciones hormonales, metabólicas y electrolítica
- Hipotiroidismo
- Enfermedad renal
- Diabetes
Trastornos neurológicos
- Enfermedad cerebrovascular
- Enfermedad de Parkinson
- Lesiones medulares
- Neuropatía autonómica
- Demencia
- Síndrome confusional
Fármacos
- Opiáceos
- Antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno)
- Antiácidos (hidróxido de aluminio, carbonato cálcico)
- Antidepresivos tricíclicos
Psicógenos
- Depresión
- Malos hábitos de defecación
- Debilidad de la musculatura abdominopelviana
- Inmovilidad/encamamiento
- Debilidad
El estreñimiento del adulto mayor puede acompañarse además de las molestias e incomodidad de múltiples complicaciones médicas (algunas de ellas potencialmente graves).1
La complicación más frecuente es la impactación fecal, que es la acumulación de heces en el recto que en muchas ocasiones está favorecida por la deshidratación.1
Otras complicaciones del estreñimiento pueden ser la pérdida del apetito, el empeoramiento del reflujo gastroesofágico, la afección anal tipo hemorroides internas y externas, lesiones anales y la obstrucción intestinal.1
Tratamiento del estreñimiento
- Tratamientos no farmacológicos
Hay que aumentar la ingesta de líquidos y el consumo de fibra vegetal en la dieta, hasta 20-40 g al día en este último caso.1
Se debe promover el ejercicio en los ancianos con movilidad conservada, así como potenciar la musculatura abdominal. Si es posible, hay que retirar los fármacos que provoquen estreñimiento.1
Hay que procurar establecer unos hábitos de entrenamiento intestinal, como por ejemplo: establecer un horario regular, con rutinas que permitan aprovechar el reflejo para defecar en un entorno favorable.1
La inhibición voluntaria del reflejo defecatorio dificulta el tratamiento del estreñimiento. En los adultos mayores con problemas para la movilidad pueden ser útiles los masajes abdominales manuales.
- Tratamientos farmacológicos
En muchos casos, el tratamiento farmacológico será necesario para complementar el cambio de hábitos alimenticios o cuando no se ha aliviado por completo el estreñimiento.1
Los laxantes son fármacos que, por distintos mecanismos, facilitan la defecación, acelerando el tiempo de tránsito colónico y reblandeciendo las heces.1
Se ha de recurrir a él de entrada en determinadas circunstancias, como cuando exista inmovilidad por enfermedad aguda; un ejemplo claro es la fase aguda de un infarto agudo de miocardio o cuando no hay más alternativa que utilizar fármacos para el control del dolor que causa estreñimiento (opioides).1
Habrá que utilizar laxantes que sean eficaces, seguros, cómodos y, sobre todo, evitar los que pierden efecto con el uso prolongado, con los cuales se debe aumentar la dosis para obtener el efecto adecuado.1
Los laxantes de dividen en diferentes grupos de auerdo con la forma en que actúan:
Estimulantes de la motilidad intestinal: Son laxantes para ser utilizados ocasionalmente y no para su uso crónico, debido a sus potenciales efectos secundarios.1
Osmóticos: Son sustancias que se absorben muy poco en el cuerpo, con la característica de atraer más agua al intestino lo que hace que las heces sean más blandas.1
Laxantes lubricantes y emolientes: También llamados ablandadores, ayudan a eliminar la grasa de las heces lo que permite que estas absorban agua y se suavicen.1
Formadores del bolo intestinal
Como el salvado de trigo, Psyllium (Plantago ovata/Metamucil®) y metilcelulosa son sustancias que al estar en contacto con agua se hinchan aumentando su volumen, con lo que incrementan la cantidad de heces y su uso a largo plazo es seguro; requieren abundante consumo de líquidos.